Los plaguicidas son productos químicos empleados por el hombre para el control de plagas agrícolas y su aplicación correcta es la medida más aceptada y efectiva para lograr la máxima producción y mejor calidad de los cultivos. La exposición a plaguicidas puede representar un riesgo potencial para los seres humanos. Muchos plaguicidas son compuestos genotóxicos y actúan directa o indirectamente sobre el DNA. El potencial genotóxico de estos agentes químicos es un factor de riesgo primario para efectos crónicos o a largo plazo, tales como efectos carcinogénicos y toxicidad reproductiva. El organoclorado 1,3-Dicloropropeno, se encuentra con clasificación de riesgo para salud ocupacional en USA y Europa, sin embargo, en algunos países de Latinoamérica se comercializa de forma normal y legal. Se evalúa el daño genético del 1,3-Dicloropropeno, en células hematopoyéticas de la médula ósea de ratón - Mus musculus (Rodentia, Muridae). Se trabajó con 96 individuos de la cepa Balb-c, bajo condiciones controladas. Se estableció un grupo control negativo, control positivo con Ciclofosfamida, grupo experimental con dosis y tiempo de exposición creciente, evaluando a través de la prueba de Micronúcleos. Los resultados muestran que, en todos los grupos experimentales, dosis y tiempo de exposición, el agente induce un aumento en la frecuencia de micronúcleos en eritrocitos policromáticos, y que afecta principalmente a ejemplares machos más que a las hembras. Lo significativo del resultado demuestra una sensibilidad diferencial entre machos y hembras. Se concluye que las diferencias entre géneros se deben a la relación posible entre el glutatión y los estrógenos como mecanismo de prevención del daño para el caso de las hembras.